El “infierno”, tal como lo inmortalizó Dante en su Divina Comedia, inspirado en la lista de pecados que elaboró en el siglo VI el papa Gregorio VI, se ha quedado corto. En estos tiempos de la globalización el Vaticano no quiere quedarse corto y de la mano del papa teólogo, Benedicto XVI, se incluirá en la lista de pecados viejos delitos, como la acumulación excesiva de riquezas, y nuevos delitos, como la manipulación genética.
Una vez restablecido por Ratzinger que el infierno sí existe, desdiciendo así a su antecesor, Juan Pablo II, quien en 1999 dijo que más que algo “material” era “un estado de ánimo, un alejamiento de Dios”, la Iglesia católica cree que ha llegado la hora de ampliarla.
Según publica en su portal de Internet la BBC, monseñor Gianfranco Girotti, director del penitenciario apostólico, organismo que supervisa la confesión y las indulgencias plenarias de la Iglesia, dijo a L’Osservatore Romano, órgano oficial del Vaticano: “uno no ofende a Dios solo al robar, blasfemar, o desear la mujer del prójimo, sino también cuando uno daña el ambiente, participa en experimentos científicos dudosos y manipulación genética, acumula excesivas riquezas, consume o trafica drogas, y ocasiona pobreza, injusticia y desigualdad social”.
La BBC recuerda que bastaría con ojear la revista Forbes para ver quiénes han pecado al acumular riqueza, como el mexicano Carlos Slim o Bill Gates.
“Al infierno, estadunidenses”. Con el pecado mortal de la contaminación ambiental habría que enviar directamente al infierno a la mayoría de los estadunidenses, los grandes contaminadores del planeta, y también a los chinos, que si siguen así no se van a salvar de las llamas.
Tampoco se librarían de infierno los científicos que manipulan genéticamente, así como los narcotraficantes. La sorpresa sería la inclusión de los drogadictos, pese a que, como se pregunta la BBC: ¿Sería justo que terminen en el infierno después de haberlo vivido en la tierra?
Monseñor Girotti incluye también la pederastia, pecado cometido y silenciado por numerosos miembros de la Iglesia católica.
Según publica en su portal de Internet la BBC, monseñor Gianfranco Girotti, director del penitenciario apostólico, organismo que supervisa la confesión y las indulgencias plenarias de la Iglesia, dijo a L’Osservatore Romano, órgano oficial del Vaticano: “uno no ofende a Dios solo al robar, blasfemar, o desear la mujer del prójimo, sino también cuando uno daña el ambiente, participa en experimentos científicos dudosos y manipulación genética, acumula excesivas riquezas, consume o trafica drogas, y ocasiona pobreza, injusticia y desigualdad social”.
La BBC recuerda que bastaría con ojear la revista Forbes para ver quiénes han pecado al acumular riqueza, como el mexicano Carlos Slim o Bill Gates.
“Al infierno, estadunidenses”. Con el pecado mortal de la contaminación ambiental habría que enviar directamente al infierno a la mayoría de los estadunidenses, los grandes contaminadores del planeta, y también a los chinos, que si siguen así no se van a salvar de las llamas.
Tampoco se librarían de infierno los científicos que manipulan genéticamente, así como los narcotraficantes. La sorpresa sería la inclusión de los drogadictos, pese a que, como se pregunta la BBC: ¿Sería justo que terminen en el infierno después de haberlo vivido en la tierra?
Monseñor Girotti incluye también la pederastia, pecado cometido y silenciado por numerosos miembros de la Iglesia católica.
Seeeeeeeeeee Pooooooooooooooooooooooooooota Awebo.. y ellos bien pobres no? che Arvozispo, ejem cof digo arzovispo :P..
See ya
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